Catedral del Sant Esperit

La catedral o basílica del Sant Esperit (Santo Espíritu) se construyó entre 1574 y 1616 y combina una gran variedad de estilos arquitectónicos, fruto de los varios acontecimientos históricos – los incendios en los espacios religiosos durante la guerra civil causaron estragos – y sus sucesivas restauraciones. Así la iglesia aconteció un marco de convivencia entre gótico, neogótico y otras tendencias estéticas arquitectónicas del siglo XX, la última de las cuales culminó al 1999. Con nueva e imponente fachada, el Santo Espíritu, cinco años después, en 2004 recibió del Vaticano, el título de catedral del nuevo Obispado de Tarrasa, función heredera del antiguo Obispado de Ègara que durante los siglos V al VIII regentaban las iglesias de Sant Pere. Edificio abierto a las novedades, incluso en 2006 consiguió estrenar: el frontal del altar mayor firmado por Jeroni Font y Jaume Mercadé. Novedades que conviven con otras obras remarcables como el retablo de Enric Monjo, estrenado el 1958 para sustituir el retablo barroco quemado de Joan Mompeó, o el grupo escultórico renacentista del Santo Entierro de Martín Díez Liatzasolo, entre otros.

También ha sido un centro musical de primer orden, disfrutando desde su origen de una capilla de música y órgano que ha acogido gran multitud de maestros de capilla y organistas: desde el inicial Pere Joan Quer, pasando por Isidre Bosch, Antoni Oller, Àngel Rodamilans y hasta el más reciente, Joan Casals, toda una referencia importante en la vida musical de Tarrasa del siglo XX.

Pero entre todos ellos, Terrassa Sonora ha querido destacar la figura de Pau Marsal (1761-1839). Con una clara vocación musical y religiosa -con estrecha vinculación con la Escolanía de Montserrat-, ejerció de maestro de capilla y organista de la iglesia del Sant Esperit de Tarrasa y a posteriori a otros lugares como Ibiza, Sant Cugat del Vallès, Palencia o Barcelona. Con su actividad creativa, fue de los primeros compositores que entendió la secularización de su profesión y se lanzó a escribir y a aceptar encargos de la clase burguesa creciente. Fruto de esto, obras de cámara para piano o para cuerda nacieron de su puño y letra abrazando ritmos populares u otras formas musicales alejadas de la Iglesia.

Su Cuarteto de Cuerda en Do Mayor es la primera obra de cámara escrita y conservada de estilo clásico de Cataluña. Se destaca la exigencia virtuosa del papel del violonchelo, instrumento del cual Pau Marsal era un gran intérprete. Esta pieza es un hallazgo -del Archivo Histórico de la Segarra y editada por Tritò – que no ha sido nunca grabada!

Así que con la grabación encargada por Terrassa Sonora del primer movimiento, interpretado por el Cuarteto Brossa, cuarteto tarrasense con muy sólida carrera en el eclecticismo musical nacional, se empieza a reconocer la importancia musicológica y la valía de un músico tarrasense que hasta ahora estaba en la sombra.

Pau Marsal es más bien el Mozart de Terrassa!

Cuarteto de Cuerda en Do Major
Pau Marsal