Desde la Plaza del Rector Homs se puede ver el conjunto monumental de las iglesias románicas de Sant Pere – la más elevada-, San Miquel y Santa María – la inferior-. Ya con indicios muy antiguos de asentamientos humanos  entorno al  450 d. C. cuando se convirtió en obispado de Ègara y posteriormente, en el siglo XX, cuando fue remodelada mayoritariamente a estilo románico, manera de la cual ha llegado a nuestros tiempos en un gran estado de conservación, en parte gracias al estudio y trabajo de restauración que a principios de siglo XX realizó el arquitecto modernista Puig i Cadafalch.

Actualmente bajo gestión del Museo de Terrassa, es una de las visitas obligadas en la ciudad y un enclave importente del patrimonio histórico y artístico catalán.

De hecho, Enric Carreras, pianista de jazz tarrasense con la mirada muy abierta a nuevas músicas mediterráneas y New Age, escribió esta pieza – Seu d’Ègara – para ayudar en su camino audiovisual para postular como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Una música que une el misticismo religioso y el carácter medieval más heroico con el jazz más mediterráneo y actual, generando una sensación de belleza atemporal perfecta para disfrutar de un marco tan incomparable y único. Esta versión estrenada por Terrassa Sonora añade al piano, interpretado por el tarrasense Jordi Humet, la Orquesta de Cambra Terrassa 48, la orquesta que cada julio organiza el Festival de Verano de la Seu d’Ègara.